martes, 6 de mayo de 2014

Andalucía, ¡Despierta!




El pensamiento único ha envenenado y sigue envenando la mentalidad y la conciencia de los trabajadores. Quieren hacernos ver, creer e imponernos que todo aquel o aquella que se niege a ser una comparsa de sus dictados, que todo aquel que se niege a aceptar su sistema social injusto, sus guerras, sus abusos, sus imposiciones…somos todos unos locos y unos terroristas.

Ser un muñeco más de este sistema que se vale de la violencia legalizada o ilegal para imponer un papel secundario a una mayoría de la población para engordar los beneficios de las multinacionales comandadas por los saqueadores de personas, culturas y pueblos enteros, es el rol al que quieren reducirnos estos piratas del siglo XXI. Y sin embargo, a pesar de todas sus manipulaciones, de todos sus loros a sueldo en periódicos y cadenas televisivas, a pesar aún de querer escarmentar con cárcel, palos, ilegalizaciones, multas o despidos a quienes no se tragan ese cuento tan viejo, el ser un muñeco más sin voz ni voto no es el lógico destino ni la obligación de ningún trabajador, estudiante, ama de casa, de ninguna persona en este mundo. Y más aún del Pueblo Andaluz, que siempre ha sido un pueblo altivo, que ha repudiado la arrogancia, el maltrato, las amenazas y las humillaciones. No somos ese pueblo elegido de Dios para la sumisión. Somos un pueblo hecho para la Libertad, que vive para y por la Justicia, que no entiende la vida en la cual un hombre esté por encima de otro. No somos ese engendro egoísta. Somos un pueblo digno, pisoteado, machacado, que aspira a que la tierra y los recursos de nuestra Andalucia sirvan para la libertad, la justicia y el bienestar de los andaluces. Un pueblo que se va a ganar el respeto y que va a ganar su tierra.

Y en esta guerra sólo puede quedar un vencedor: el pueblo trabajador. Porque sólo hay una disyuntiva, o el Pueblo Trabajador se gobierna a sí mismo y toma el poder para un nuevo proyecto de sociedad o el Pueblo Trabajador seguirá explotado, vejado, humillado, pagando los platos rotos y regalándole la vida y los beneficios a cuatro desalmados que no merecen vivir gratis a costa de los demás.

El enemigo parece más grande si se le mira de rodillas. Por eso el pueblo andaluz, su clase obrera, debe hacer un esfuerzo titánico, generoso, libertario. Y empezar a poner las cosas en su sitio. Empezar por leer, formarse en las ideas de liberación obrera que nos dejaron no sólo grandes teóricos de la izquierda (a los que debemos todo) sino recuperar el legado, el testigo de la historia y la antorcha de la justicia que nos legaron aquellos caídos que hoy, más que nunca, estarían orgullosos de ver un pueblo que rompe el miedo y toma el camino de su Libertad, tomando las riendas de sí mismo.

Y el camino no sólo pasa por la formación, por aprender de experiencias pasadas, de errores y aciertos, por saber dónde se combate hoy. Pasa necesariamente por el fortalecimiento de la vanguardia del Pueblo, de las organizaciones obreras que no se han vendido, aquellas que depositan la dignidad y la esperanza de la fe y la victoria. Ese camino pasa hoy por organizarnos los trabajadores, debatir en asambleas, parar mediante huelgas indefinidas u otras acciones las situaciones injustas y abusivas donde se den. Hay medios, hay razones y hay una necesidad vital: nuestro futuro y nuestro presente, que es el de todos nosotros.

Que no haya ni un solo hombre más por encima de otro, ni aprovechándose del beneficio de los demás. Por encima de un hombre y una mujer, sólo el cielo. Aquí solo hay un camino: LA LUCHA. Y un fin: LA LIBERTAD.

La no renovación del contrato como forma de despido injustificado.




Cuando se alude desde la izquierda revolucionaria al sistema capitalista como un sistema coactivo, explotador y nefasto para la clase trabajadora en todos los sentidos no se hace en abstracto ni por gusto. Son muchos y múltiples los temas a tratar en este sentido. Hoy queremos hablar de uno que se está utilizando con mucha frecuencia en nuestros pueblos y comarcas de Andalucía y otras latitudes.

En Andalucía sabemos muy bien de esa problemática, donde la mayoría de jóvenes y no tan jóvenes no poseen un contrato estable, que les permita vivir con un mínimo de seguridad, sin incertidumbres, que les permita, al menos, lo mínimo indispensable para poder acometer proyectos por ellos mismos. Pero una empresa propia, una vivienda, una familia, un coche o el más insignificante gasto de un fin de semana no podemos acometerlo sin un trabajo. No es baladí, el trabajo es el sustento de nuestra vida.

No quieren que tengamos un contrato estable porque así creen que pueden movernos como marionetas, porque así saben que estamos en pelotas, sin derechos, sin el beneficio de la duda ni de la palabra.

¿Quién no ha conocido alguna vez al gerente o empresario mentiroso y descarnado que no le importa dejarte tirado en la cuneta, sin vergüenza ninguna después de todo lo hecho por él y la empresa? ¿Quién no ha conocido al chivato de turno, que poniendo una sonrisa hipócrita, te apuñala y te delata cada vez que dices alguna palabra, aunque sea “hola”? ¿Quién no ha conocido al encargado que tan muerto de hambre como tu, solo sabe insultarte y después se caga en los pantalones cuando sube las escaleras de la dirección del jefe? ¿Quién no ha conocido insultos, improperios, historias inventadas, menosprecios problemas creados o invenciones que te causan el tener que irte de la empresa o te ha causado el despido por culpa de algunos de los personajes arriba citados?

La no renovación del contrato como forma de despido injustificado es una forma brutal de represión al trabajador, es una mordaza que impide defenderse en modo alguno, por mínimo que sea, de los ataques mas burdos, inesperados e injustificados por parte de algún superior con ínfulas de Napoleón que confunde el trabajo y el ordenamiento de tal, con el despotismo y la obediencia ciega. Despotismo y obediencia ciega, que reconozcanme al menos los más insensatos, no están recogidas en el Estatuto de los Trabajadores. Es una forma de proceder propia de gansters de la mafia más que de empresarios realmente democráticos en un Estado de Derecho en el siglo XXI.

Es una forma muy elegante de decir “vete a la puta calle y que te den”. Así, sin más. Lo peor de todo es que esto tiene visos de legalidad. Cuando desde la izquierda hemos venido denunciando la precariedad laboral, los contratos basura, las coacciones diversas contra los trabajadores, sean sindicalistas o no, los insultos, las situaciones abusivas que diariamente sufrimos los trabajadores, el día a día nos demuestra que acertábamos. Como acertaron los franceses que consiguieron luchando en la calle tirar a la basura ese plan del Contrato del Primer Empleo del reaccionario Sarkozy, una estratagema que allí consiguieron parar pero que aquí, infestados hasta el tuétano del pensamiento único, más preocupados por el fútbol, la botella y el vicio de turno, consiguieron, como diría cualquier currante, meternosla doblada.

Y así estamos, señores, tenemos que darnos cuenta de que todos estos problemas, especialmente el de la no renovación del contrato como forma de despido y represión descarada, es algo que hipoteca nuestra futuro, que lesiona nuestra dignidad, es una fina cuchilla que a la más mínima nos corta la yugular. Es algo que no debemos de permitir los hombres y mujeres de bien. Aunque sólo sea por salud democrática.

Con tristeza vemos que los atentados contra los trabajadores tienen curso legal en esta Andalucía del 2007. Con optimismo vemos que sólo los trabajadores, unidos, tenemos el verdadero poder y que ese poder debe ser ejercido. En verdad sabemos que el Pueblo Andaluz y los trabajadores de la Puebla, van a tener el orgullo, la dignidad y el coraje de plantar cara a los abusos, los chantajes, las represalias, las coacciones y las amenazas. Somos sólo nosotros/as los que podemos parar esta espiral de represión y venganza. De ellos, de esos que venden y traicionan hasta a su madre si debieran hacerlo, no podemos esperar nada. No tienen escrúpulos. Ni los tendrán hasta que los frenemos en sus fascistas intenciones y métodos. Los trabajadores moriscos, la lucha obrera, La Puebla de Cazalla, resurgirá de sus cenizas, más tarde o más temprano, porque no queda otra.

También me pregunto cómo es posible que, en la Andalucía de 2007, en una Andalucía supuestamente democrática, pasen estas cosas y además sean consentidas por los poderes y los gobiernos. Porque para mí los responsables no sólo son los chivatos, los soplones, los muertos de hambre venidos a mas por una traición de cuatro euros más a final de mes, no sólo son responsables. Responsables son los Gobiernos, Andaluz y Estatal, que permiten vergonzosamente esto, que no tienen la voluntad de decir que eso se acabó por lo sano. Con una orden, clara, nítida, directa. Responsables son la Patronal y los “sindicatos” del régimen que traicionando al Pueblo, les ponen en bandeja al empresario explotador de turno la negación de los derechos más basicos de cualquier trabajador y no sólo ya como trabajador, sino como persona, derechos negados y atropellos servidos a la carta.

Y finalmente, responsables somos todos/as los/as trabajadores/as, de permitir que hagan eso con nosotros. Ni el miedo, ni el silencio, ni las represalias, ni el chantaje o la amenaza justifican esta situación ni justificaron nunca nada, ni justifican que estemos cruzados de brazos ante ello. Porque si lo permitimos, renunciamos no sólo a nuestra dignidad, sino a que los trabajadores y trabajadoras de Andalucía tengamos un futuro próspero, estable, libre. Nosotros y los que vengan después de nosotros. Un presente que se lucha día a día para un futuro sin incertidumbres, sin abusos, sin coacciones.

¿dónde nos quedó el orgullo, moriscos? Yo no me creo que este pueblo sea así, habrá miedo, pero ya es hora de romper el miedo. Este es un pueblo muy trabajador, luchador, temible cuando se levanta. Ya está bien de temblar nosotros, que tiemblen los que hacen temblar. ¿es que quizá no se lo llevan merecido desde hace mucho? ¿es que quizá, nosotros, los trabajadores, no somos los que estamos levantando la Puebla y Andalucía con mucho trabajo, dolor y sufrimiento? ¿es que no somos nosotros los trabajadores los que aguantamos 50 grados al sol o a la sombra, el frío, la lluvia, la brisa y hasta los insultos de cualquier desgraciado? ¿Quiénes son esos vulgares tripones que nos acusan de vagos cuando son ellos los que no han trabajado en su vida, una vida regalada viviendo del sudor de los demás? ¿qué razones hay para perder el honor, la dignidad, el buen juicio y la decencia entonces?

El problema aquí ya no son los contratos basura, sino la basura que nos contrata. El problema es este circo llamado “democracia” donde siempre pagan los mismos. Y ya está bien. Ahora vendrán a acusarnos los pelotas de turno en sus tajos, a hablar mal de nosotros/as esos que se han dado por aludidos. No nos importa. El pueblo lo calla por esa navaja trapera llamada miedo, pero aquí todo el mundo sabe la verdad, desde el primer vecino a la última vecina.

Ellos, los responsables de estos atropellos, nos llamarán extremistas (que no lo somos, por cierto), nos llamarán cualquier cosa para intentar acallarnos pero no podrán. La razón y la verdad pesan más que la cobardía y la amenaza.

Y les responderemos, frente al aullido hambriento del lobo, como cantaba Carlos Cano:


De Ronda vengo
Lo mío buscando
La flor del pueblo
La flor de mayo
Verde, blanca y verde.
Ay, qué bonica
Verla en el aire
Quitando penas
Quitando hambres
Verde, blanca y verde.
Amo mi tierra
Lucho por ella
Mi esperanza
Es su bandera
Verde, blanca y verde

Qué alegres cantan
Las golondrinas
Tierra sin amos
Tierra de espigas
Verde, blanca y verde.
Cómo relucen
Las amapolas
De Andalucía
trabajadora
Verde, blanca y verde.
Amo mi tierra
Lucho por ella
Mi esperanza
Es su bandera
Verde, blanca y verde

Andalucía: Los imbéciles


Artículo publicado inicialmente en Kaos en la Red, bajo el pseudonimo de Fernando de Valor.

Dentro del magnífico circo político, material y mediático, cada año se van superando más en descaro los españolistas representados en la sucursal del Estado Español en Andalucía: la Junta. Este organismo, del que se sirve mayormente el PSOE, como ya se ha venido explicando en estos días pasados, no emana del pueblo andaluz, sino que lo que hace con él, día tras día, decisión tras decisión, gesto tras gesto, es oprimirlo, despreciarlo, humillarlo, someterlo, engañarlo, maniatarlo.

La última "gracia" de los colaboracionistas y españolistas ha sido el consensuar dar la medalla de Andalucía, con el beneplácito de PP e IU, a Gregorio Salvador, catedrático de la Real Academia de la Lengua Imperial, un tipo que no tuvo el menor reparo en decir "el dialecto andaluz es cosa de imbéciles", cosa por la que al parecer, entre otros dudosos méritos, el PSOE le otorga la medalla de Andalucía, que también se le otorgó al fallecido Manuel Alvar, compañero de ataques a los andaluzo-parlantes. Y es que, la medalla a Gregorio Salvador, huele mucho a hedor.

¿No es claro racismo y desprecio por ser andaluces las palabras de Gregorio Salvador? ¿A cuento de qué una medalla y precisamente el 28-F, fecha tan señalada? ¿Qué se puede decir de este gesto, si no un profundo desprecio por el pueblo andaluz por parte no sólo de ése tipo sino de una institución que dice representar a los andaluces? ¿Qué se puede decir de ello, sino que esta Junta no representa al pueblo andaluz, sino a sus opresores y explotadores, sus negadores? ¿Qué se puede decir de ello, sino que es otro nuevo ataque de la españolización a Andalucía, a su identidad y cultura, a su forma de expresarse?

Muchos se preguntaran ¿ y el pueblo andaluz, no reacciona ante esto aún no teniendo conciencia nacional? Es que el pueblo andaluz, en su mayoría, aparte de no tener una conciencia nacional elevada ( hecho no casual y propiciado por el españolismo) ignora quién es Gregorio Salvador, por lo que poca gente secundaría a día de hoy, posibles manifestaciones de denuncia en la calle y en otros ámbitos. A esos niveles de manipulación llegamos en Andalucía. No ha habido ayuntamiento ni partido político "oficial" del sistema que se pronunciara en contra de estos hechos.

Cuando a un pueblo se le engaña de tal manera, ocultándole su historia más reciente, diciéndole que su día es el 28-F, mientras se le otorgan medallas a Gregorio Salvador, a la Duquesa de Alba otros años (este año ha sido premiada por el Estado) y a otros mandarines apolillados del españolismo, no es que responda ya al engaño masivo, sino que muestra la más que evidente colonización mental de los andaluces, a una lobotomía permanente que les impide ser volver a ser lo que fueron, esto es, andaluces; hombres y mujeres libres, que podían decidir, autodeterminarse personalmente y como colectivo.

Un Pueblo puede quizá no tener una conciencia nacional elevada, conciencia de pueblo, pero un pueblo que permita que se rían de él con este tipo de cosas, además de los graves problemas que ya padecemos, no es un pueblo que puede decidir sana y democráticamente su futuro, porque está maniatado, se niega a sí mismo, permite ser humillado, esta y otras muchas veces más, de múltiples formas. Andalucía está ultrajada, sometida, humillada y rota por el Estado Español. A la vista está. Premian ya no sólo el adocenamiento, sino el racismo puro y duro hacia el pueblo andaluz. Sus responsables: todos los que están en el "parlamento andaluz". Todos. Y los que por acción u omisión, lo han permitido, con su silencio y su denuncia.

Diamantino García, como algunos otros que recibieron la misma medalla que Gregorio Salvador, estará revolcándose de rabia en su tumba al tener como compañero medallista a gente como Gregorio Salvador. Recuerdo que hace pocos años organizaciones y personalidades nacionales del pueblo andaluz exigieron el reconocimiento de García Caparrós como hijo predilecto. Seguramente no lo reconocen porque sea un imbécil como dice Gregorio Salvador, ya que hablaba en andaluz, y porque estaba en la calle, con su arbonaida el 4-D del 77, Día Nacional de Andalucía reclamando tierra y libertad. Yo apoyé esa iniciativa y ahora que veo esto, o ví lo de la Duquesa, aparte de no querer nada con las instituciones españolistas en Andalucía, pienso que mejor para él, porque estoy seguro de que a García Caparrós no le haría ninguna gracia compartir méritos y reconocimientos ni con G. Salvador ni con los responsables de estos insultos hacia Andalucía y hacia los andaluces.

No voy a entrar en discusiones filológicas. Tan sólo me gustaría devolverle dialécticamente con este escrito el favor a Gregorio Salvador, el imbécil racista y españolista que dice que hablar de un dialecto andaluz es de imbéciles y también a los imbéciles racistas y españolistas del PSOE y de la Junta de Andalucía que han organizado, apoyado y propiciado la otorgación de una medalla a un imbécil racista y españolista. Con lo cual todo queda entre imbéciles, no sin antes decirles que hablar andaluz es lo que voy a seguir haciendo, y no soy un imbécil por ello, sino un andaluz normal, corriente, orgulloso de hablar en andaluz, sin complejos de inferioridad de ningún tipo, no considero que mi modalidad lingüística sea vulgar, como explican en las aulas andaluzas que beben de botellas envenenadas como la de Gregorio Salvador. Tampoco considero que sea mejor ni peor que el aragonés, el castellano, el asturiano o el chino mandarín, sino el mío, el propio, el de nuestros padres, hermanos y abuelos, el que hablamos aquí hace siglos, el mismo que hablamos y queremos seguir hablando sin que nadie nos insulte por ello y encima se lleve una medalla del erario público que encima subvencionan esos imbéciles insultados. Es el mío, mal que le pese a Gregorio salvador, al PSOE, al PP, a IU y a todos los que han participado del circo de las medallitas.

Lo que está rotundamente claro, desde el inicio, es que en Andalucía no sobran andaluces por hablar en andaluz y defenderlo, sino imbéciles que vienen a insultarnos, a reírse y a servirse de nosotros.

¡ Habla bien, habla Andalú !

¡ Viva La Andalucía Altiva que no se deja pisar en ningún momento!

¡ Viva Andalucía Libre y Socialista!

La genial impostura (crítica al españolismo republicano)



Un artículo el cual armó mucho revuelo, pues en Andalucía no se había criticado abiertamente el "españolismo de izquierdas". En el haber positivo, destaco que abrió un debate necesario con unos argumentos irrenunciables, del cual prácticamente la mayoría del independentismo andaluz contemporáneo ha mamado después, tanto militante como intelectual; así como también abrió ese debate dentro de muchos colectivos de otros países sometidos al estado español, e incluso siendo bastante bien acogido (caso de Izquierda Castellana). Fué un artículo bastante famoso al cual, ahora desde la lejanía del tiempo, le veo dos defectos: uno, se nota bastante el ímpetu y el ardor juvenil en cada palabra; dos, el poder haberlo desarrollado con muchos, más y variados argumentos, pero de todas formas, es un articulo hijo de una época y de unas circunstancias, tampoco se debe ver en él más que las indicaciones necesarias por las que fué escrito en su tiempo.

www.kaosenlared.net/noticia/genial-impostura-critica-espanolismo-republicano

La genial impostura

La Republica Española, de trabajadores o no, es la genial impostura de quienes todavía no conocen la causa y la realidad andaluza, ni su historia ni las ideas revolucionarias que dicen defender. Es un excelente camino para principiantes y para enemigos de Andalucía y su Liberación, y por ende, contra su Pueblo, contra nosotros mismos, contra la estrategia independentista del MLNA en un estado de opresión y negación de nuestros derechos nacionales y sociales. Pero este camino, es la renovación del contrato de esclavitud y subordinación al Estado Español. Es el fracaso de Andalucía y del resto de pueblos. Es la anti-solidaridad y el anti-internacionalismo por excelencia.

El internacionalismo se da de hecho en la práctica cotidiana, pedagógica, política, social…de los movimientos de liberación nacional desde siempre, un hecho político y revolucionario bastante maduro y a la altura de la situación y coyuntura histórica que vivimos. Y no da crédito ni lo puede dar a los fijistas políticos (republicanos españoles) que parecen que no viven mas que para estar obsesionados con unir a los pueblos y sus luchas autónomas e independientes bajo una estructura de orden español, repitiendo así el esquema básico de los imperialismos en esta zona geográfica de la península (sometimiento de los pueblos conquistados bajo una estructura española) y de otras latitudes mundiales.

Ese fijismo es un obstáculo para la liberación nacional de los pueblos y lo llamo fijismo por su mesianismo indiscutible y sagrado de que toda estrategia social y nacional de los pueblos sometidos por España sale de “algo” español, este caso la republica española. Ya Lenin lo advirtió no solo en sus escritos sobre liberación nacional sino en su obra “El izquierdismo: enfermedad infantil del comunismo”. Debido al grado de información a la que ya se puede acceder, seguir defendiendo los conceptos y basamientos y por supuesto la construcción histórica de su “España”, supone una aberración no sólo de los ideales comunistas y revolucionarios, sino de todo derecho humano y moralidad.

Andalucía no debe esperar a su liberación de manos de ninguna estructura de orden español, sea cual sea el régimen que se le quiera adscribir. Que la liberación nacional y social de Andalucía venga de manos de una republica española, retrasa e impide de facto tanto la liberación nacional y social de Andalucía, como el primer paso que debe dar el pueblo andaluz hacia ésta: la toma de conciencia del Pueblo Andaluz de sus condiciones de existencia, de su alienación actual e histórica (ambas igualmente de origen español), de sus Cultura, de su historia, de su identidad nacional.

El Estado Español es una superestructura imperialista y capitalista, que nace de las sucesivas conquistas de los reinos mesetarios peninsulares y del Norte europeo. La Historia demuestra que ningún pueblo puede esperar nada de sus opresores, ha demostrado también que en condiciones de opresión política, social, cultural…es el mismo pueblo quien debe volver a ganar su libertad. Fijémonos en Vietnam, en Vietnam no se podía esperar a pasar por fases de desarrollo capitalista para llegar a la fase del socialismo hacia la sociedad comunista posteriormente, ¡la estaban conquistando! Primero los franceses y luego los yankis. No era cuestión de posibilismos, era cuestión de orgullo, dignidad y patriotismo.

Quiere esto decir que no se necesita que haya una estructura estatal por encima de las clases nacionales y populares de los pueblos, de las naciones sin estado oprimidas por España. Que no de se debe esperar a que actúen otros pueblos para levantarse un mismo pueblo. Levantamientos como el cubano, así lo muestran. Que no vale la pena luchar por algo a lo que se combate, darle vida al Estado español, un estado nacido de la negación de los pueblos por sometimiento militar y conquista y basado en todo lo anterior. Querer maquillarlo de socialismo, a un estado opresor, a parte de ser algo contrarrevolucionario es anti-andaluz y contrario a la solidaridad real y efectiva entre pueblos, una solidaridad revolucionaria que jamás podrá ser mercantilizada por la legalidad burguesa e imperialista española. ¿Quién se hubiese imaginado o apoyado que Lenin y los bolcheviques hubiesen construido una Rusia socialista a partir de las estructuras zaristas y no de la revolución?

Todo lo español, sea monárquico o republicano, es heredero del viejo imperio y de sus actuales colonias nunca descolonizadas (Andalucía la primera entre ellas), es heredero y continuador del orden imperial, por eso resulta tan repugnante que haya gente de izquierdas que pueda negar la esencia del estado español. Serán gente que tenga una cierta opinión o que sientan cierta parte del programa comunista y revolucionario, o anarquista si se quiere también, pero jamás serán hombres que hayan investigado mas allá de lo que su comprensión sin datos le informa, gente que sigue sin informarse y muchas veces sin querer informarse de la totalidad del programa comunista y mas en cuestiones esenciales y primordiales como la cuestión nacional que determina de facto la lucha de clases y la resolución de ésta propuesta por los revolucionarios. Gente que sigue siendo en la cuestión nacional en el estado español unos peones mas del imperialismo apoyando por acción u omisión, a la reacción en ese aspecto primordial para la liberación de los pueblos, ayer y hoy.

Claro que sería preferible que una Republica española concediera de una vez la autodeterminación y acabara con toda tutela a una Monarquía fascista como la de ahora, y ya lo prefirió Marx por ejemplo con Irlanda e Inglaterra, pero esa no es la lucha por la liberación de los pueblos, ni esa es la realidad, porque de aquí a que el Estado Español sea una Republica los andaluces habremos perdido mas de medio siglo seguro de proclamar la nuestra, la República Andaluza. Tanto Marx como Lenin, como la misma historia y realidad muestra, llegaron a la conclusión de que aun prefiriendo una federación con el estado opresor, eso no cambiaría radicalmente las estructuras de esa misma opresión ni de ese mismo estado opresor.

En situaciones de opresión nacional y por tanto social también, ser revolucionarios es ser independentistas. La clase obrera andaluza no necesita una estructura de orden español para relacionarse cordial y solidariamente con la otra clase obrera de Castilla, Cataluña, Euskal Herria, Asturias o cualquier pueblo del mundo. Lo mismo pasa a la inversa. Mas al contrario, si se quiere que haya una relación de libertad y fecundidad entre pueblos, esto solo podrá venir de la mano de la libertad e independencia de esos mismos pueblos. No puede decidir ni construir quien esta tutelado y sometido, privado de voz. Esto que vale para los individuos, vale también y mucho, para los pueblos. No habrá solidaridad ni internacionalismo entre pueblos mientras no haya independencia ni socialismo, sólo entonces el hombre caminará firme y decididamente por caminos de liberación, único destino coherente que podría tener la vida de la humanidad.